Reflexiones del Congreso...

Hace algunos días atrás convocamos a completar una breve encuesta a quienes participaron exponiendo sus experiencias en proyectos de extensión universitaria. Gracias a sus respuestas, sugerencias, críticas y comentarios pudimos elaborar este breve informe sobre lo que nos dejó el congreso como encuentro entre quienes hacemos extensión. Los debates que surgieron luego de las mesas talleres marcaron diferencia entre aquellas mesas con exposiciones similares y las que mezclaban trabajos de distintas áreas. Esto nos permitió ver las fortalezas y debilidades en pos de una universidad con compromiso social y calidad educativa. Las experiencias en campo socializadas por los expositores, fueron tomadas como valiosos insumos por quienes presenciaban las mesas, manifestándose nuevas y mas óptimas posibilidades de trabajo. En muchas ocasiones se contagiaba el entusiasmo del equipo extensionista como estímulo de para continuar con las actividades aunque los resultados no sean tangibles. En base a esto en una de las mesas se discutieron formas de analizar resultados con el objeto de mejorar y optimizar asesoramiento para mejorar las distintas metodologías utilizadas. A partir de un resurgir de la extensión, nadie duda de las capacidades de la extensión como transferencia de conocimientos académicos y como articuladora entre la universidad y los distintos espacios de la sociedad civil. La gran diversidad de áreas que abarca la extensión y los diferentes temas que pueden ser tratados. Estas capacidades son fundamentos para debatir sobre diferencias de criterios sobre extensión ya que cuando las actividades narradas no dejaban, al parecer del auditorio, algo tangible en la comunidad se dudaba de que eso representaba efectivamente un trabajo de extensión. Algo valioso tuvo que ver con la posibilidad de construir conceptos generales a partir de diferentes experiencias realizadas en diversos lugares del país con similares contextos pero con diferentes estrategias de trabajo. Es necesaria la vinculación con el grado en vistas a la articulación entre lo académico y la investigación, a la vez de legitimar a la extensión como espacio propio que requiere de la integración de los diferentes campos del saber. Esta vinculación no debería darse solo en el nivel superior, hay que generar el espacio propicio para la realización de proyectos de extensión desde los colegios de nivel medio. Conjuntamente surge la necesidad de una educación popular dictada en un espacio de educación formal y como alternativa se propuso una escuela nocturna. El debate que no falto en ninguna mesa fue en torno a las opciones y alternativas para "curriculizar" la extensión. Los representantes de las diversas Universidades Nacionales presentes, comentaron las propuestas de incluir la extensión como contenido obligatorio de la currícula de formación de determinadas carreras. Varias Universidades Nacionales ya lo implementan o están en vías de hacerlos y eso dio valentía y nuevas esperanzas a quienes lo veían como algo lejano en el tiempo. Esta relación entre los conocimientos académicos y los saberes populares favorecerá a poner en crisis los saberes adquiridos en aula y estimar aquellos que son realmente socialmente relevantes. Este vinculo extra con el medio dotara a los formará como profesionales comprometidos con la sociedad. Pero la obligatoriedad no sólo es pensada para los estudiantes, se propone trabajar en conjunto para que la Extensión sea ponderada en la instancia de concursos docentes. La máxima preocupación para los equipos extensionistas es lograr un trabajo exitoso. Por un lado se intentan nuevas formas de analizar los resultados para mejorar el asesoramiento y optimizar las distintas metodologías utilizadas. Estos resultados generalmente no son inmediatos ni mucho menos tangibles. Si bien el apoyo desde la universidad es fundamental para que los proyectos se lleven a cabo, para que tengan sustentabilidad en el tiempo deben ser armados mancomunadamente entre docentes, estudiantes y destinatarios. Este trabajo deberá darse desde su diagnóstico y elaboración hasta su ejecución. Algo que favorece esta necesidad es la institucionalización de espacios de extensión que se mostraba en varias exposiciones. Uno de los fines del congreso es encontrarnos, compartir experiencias, intercambiar alternativas de trabajos, sacar ideas. Por ejemplo, entre la Facultad de Odontología de la Universidad de La Plata y la Universidad de San Luis, manifestaron el propósito de contactarse para llevar a la localidad de El Balde, la atención odontológica. A partir de situaciones similares comprobamos la necesidad de sistematizar y ampliar las redes que permitan el intercambio fluido y la interconexión de las experiencias. Esto es un apoyo para la práctica, pero mejor aún es contagiarnos el entusiasmo y saber que somos mas de 1200 personas que trabajamos para que la extensión universitaria crezca día a día.